El sistema de metro más antiguo del mundo es el de Londres (Reino Unido), seguido de Estambul (Turquía), Budapest (Hungría) y Glasgow (Escocia).
Charles Pearson fue el ideólogo del metro de Londres. Desafortunadamente murió en 1862, poco antes de que el primer tren se pusiera en funcionamiento.
La inauguración de aquel revolucionario sistema de transporte tuvo lugar un 9 de enero de 1863 y no estuvo exento de polémica. La idea de agujerear el subsuelo de la ciudad a algunos les pareció una barbaridad pero a otros muchos una solución magnífica para descongestionar una urbe cada vez más poblada y con crecientes problemas de movilidad.
El primer tramo tenía algo menos de 6 km de longitud y conectaba las estaciones de Paddington, Euston y King’s Cross (en el norte de la ciudad), con Farringdon (en el centro).
Estas máquinas eran una mejora del tren de vapor de la época (incluso se dividían en clases), que luego serían sustituidos por trenes eléctricos.
El día de su inauguración transportaba 40.000 pasajeros/día, luego este número bajó a 26.000 pasajeros/día, para ganar un total de 9.5 millones durante su primer año de vida.
En la acualidad, el metro de Londres cuenta con 274 estaciones, 402 km de vías y transporta cerca de 3 millones de pasajeros diariamente.
En Latinoamérica, el metro más antiguo es el de Buenos Aires (Argentina), cuya construcción comenzó en 1911 y finalizó en 1913.
Al rededor de 170.000 personas viajaban por día en el nuevo medio de transporte. Argentina, que por ese entonces apuntaba a ser potencia mundial, comenzaba a ser conocida en el exterior por poseer la primera línea de subterráneos de América del Sur y la decimotercera en el mundo.