La luna ha tenido un papel importante en la historia de la Tierra y en la vida de sus habitantes. Desde el principio, ha influenciado las mareas y ha sido un faro en la oscuridad de la noche.
Los humanos han utilizado la luna como marcador del tiempo y han estudiado sus características durante siglos. También ha sido el objeto de mitos y leyendas en muchas culturas. A pesar de que hemos aprendido mucho sobre la luna a lo largo de los años, todavía hay mucho más por descubrir y aprender.
La luna se formó hace aproximadamente 4.5 mil millones de años, cuando el Sol y el Sistema Solar todavía estaban en sus primeras etapas de formación.
Se cree que la luna se originó a partir de los materiales que quedaron tras una colisión entre la Tierra y otro cuerpo celeste, conocido como Theia, que tenía aproximadamente el mismo tamaño que Marte. Este evento tuvo lugar cuando la Tierra aún estaba en estado fundido, y el material de Theia se fusionó con la Tierra y se solidificó en la luna. Esta teoría se conoce como la hipótesis del Big Whack (Gran Golpe).
Después de la colisión, el material derramado se solidificó y se convirtió en la luna. Durante las primeras etapas de su formación, la luna debió haber estado muy caliente debido a la fricción generada por la colisión y a la energía liberada por el choque. Con el tiempo, la luna se enfrió y se solidificó, y comenzó a alejarse de la Tierra a una velocidad de aproximadamente 1 centímetro por año. Actualmente, la luna se encuentra a una distancia de aproximadamente 384.000 kilómetros de la Tierra.