Si nos preguntaran por el animal más venenoso del mundo, muchos de nosotros inmediatamente pensaríamos en un escorpión o una serpiente; pero de hecho, esta se encuentra en las costas de Australia y en ciertas zonas de los océanos Índico y Pacífico.
Es una especie de medusa llamada «abeja de mar» o «medusa de caja», que por su color mitad transparente, mitad azul, se mimetiza perfectamente con el color del mar, resultando casi imperceptible.
También ha desarrollado una habilidad única, pues puede moverse en cierta dirección, algo que no hacen el resto de medusas, que únicamente se dejan arrastrar por las corrientes oceánicas.
Se alimenta principalmente de peces, crustáceos y otras medusas y sus tentáculos, que cuando se disponen a cazar pueden extenderse hasta los 3 metros de longitud, disponen de alrededor de unos 5.000 puntos urticantes cada uno.
Con 1,4 miligramos de su veneno, puede matar a un ser humano, ya que actúa sobre la piel, el sistema nervioso y el corazón; también causa un dolor tan intenso que puede hacer que un nadador atacado entre en estado de shock y muera por ahogamiento.
Por lo tanto, su veneno se considera el más mortífero del reino animal.