El cambio de horario se lleva a cabo en muchos países para aprovechar mejor la luz del día durante los meses de verano y reducir el consumo de energía.
Durante el verano, cuando el día es más largo, se ajusta el reloj para que sea una hora más tarde de lo que sería normalmente. De esta manera, la luz del sol se utiliza de manera más eficiente y se reduce el consumo de electricidad necesaria para iluminar edificios durante la noche.
Durante el invierno, se ajusta el reloj de nuevo para que sea una hora más temprano, para aprovechar al máximo la luz del día y reducir el consumo de energía durante la noche. Algunos argumentan que el cambio de horario también puede tener beneficios para la seguridad vial, ya que durante los meses de verano con más luz, es menos probable que haya accidentes de tráfico durante las horas de oscuridad.
Sin embargo, hay algunas críticas al cambio de horario también. Algunas personas argumentan que el cambio de horario puede tener un impacto negativo en la salud y el bienestar de algunas personas, y que puede ser difícil para algunas empresas y organizaciones adaptarse al cambio de horario.
Debido a estas u otras razones, hay algunos países que no cambian su horario de verano o que han abandonado el cambio de horario en el pasado. Algunos ejemplos incluyen:
Estos son solo algunos ejemplos, y hay muchos otros países que también han decidido no cambiar su horario de verano por diversas razones.