La expresión «consultarlo con la almohada» responde a la necesidad de pensar detenidamente sobre una cuestión más o menos importante para la que nos apremian a tomar una decisión rápida, es decir, reflexionar sobre algo a conciencia.
El origen de la expresión lo encontramos en las costumbres ancestrales en las que, antes de tomar una decisión importante, se dejaba pasar la noche, generalmente porque se cree que durante el sueño se produciría alguna revelación sobre la decisión a tomar.
Estos sueños generalmente eran inducidos por sustancias psicotrópicas o alucinógenas, que transportaban a quine las tomaba a un estado mental que les premitía ver más allá y tomar las decisiones adecuadas.