La letra “K” es según la definición del Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua la “Duodécima letra del abecedario español, y undécima del orden latino…”.
El grafo de la ‘K’ proviene de la letra kappa, que a su vez fue posiblemente adoptada por los semitas que vivieron en Egipto, de un símbolo jeroglífico egipcio que se presentaba con una mano o un puño. Los semitas le asignaron a esta el valor fonético /k/, que representa el actual sonido de la ‘K’, ya que «mano» en su idioma comenzaba con este sonido.
Pasó a ser “adoptado” por los fenicios y denominada como “Kaf”, para posteriormente pasar al griego, al latín, etc… generando numerosas controversias hasta nuestros días, llegando incluso a desaparecer del diccionario en el período comprendido entre 1815 y 1869.