Las estaciones del año se llaman así debido a los cambios en el clima y las condiciones meteorológicas que ocurren en un ciclo anual. La primavera, el verano, el otoño e invierno son los cuatro períodos en los que se divide el año en la mayoría de las regiones del mundo, debido a las variaciones en la duración de la luz del día y la temperatura.
Estos cambios se deben principalmente a la inclinación de la Tierra en su eje de rotación y su movimiento alrededor del sol. Pero, ¿te has preguntado alguna vez de donde provienen los nombres de las estaciones?
Los nombres de las estaciones del año, tienen sus raíces en la antigua tradición romana. La palabra «primavera» proviene del latín «ver», que significa «vida» y «renovación». En la antigua tradición romana, la primavera se asociaba con el despertar de la naturaleza después del invierno, cuando los árboles comienzan a reverdecer y las flores comienzan a brotar.
La palabra «verano» proviene del latín «aestas», que se relaciona con el calor y la sequía. En la antigua tradición romana, el verano se asociaba con el trabajo en los campos y la cosecha de los cultivos. Es la época del año donde el sol es más fuerte y las temperaturas más altas.
La palabra «otoño» proviene del latín «autumnus», que se relaciona con la cosecha y la preparación para el invierno. En la antigua tradición romana, el otoño se asociaba con la recolección de los frutos y la preparación de los alimentos para el invierno. Es una época de cambio donde se pueden observar las hojas cambiando de color y las plantas y árboles preparándose para el invierno.
Por último, la palabra «invierno» proviene del latín «hiems», que se relaciona con el frío y la escasez. En la antigua tradición romana, el invierno se asociaba con el descanso y la preparación para la primavera. Es la época del año donde las temperaturas son más bajas y las condiciones climáticas son más difíciles.