El sonido es una onda mecánica que se propaga a través de un medio material, como el aire, el agua o el suelo. La intensidad de un sonido se mide en decibeles (dB) y varía dependiendo de la fuerza con la que se produce el sonido y la distancia a la que se encuentra el receptor. Pero, ¿qué tan fuerte tiene que ser un sonido para que todo el planeta lo escuche?
Para que un sonido sea lo suficientemente fuerte como para ser escuchado en todo el planeta, debe tener una intensidad extremadamente alta. En términos generales, un sonido necesita tener una intensidad de al menos 180 dB a nivel del mar para ser audible en todo el planeta. Para poner esto en perspectiva, un sonido normal de conversación tiene una intensidad de alrededor de 60 dB, mientras que un sonido de un avión a reacción en vuelo puede alcanzar los 120 dB.
Hay muy pocos sonidos en la Tierra que puedan producir una intensidad tan alta como para ser escuchados en todo el planeta. Uno de ellos es el impacto de un asteroide contra la Tierra. Sin embargo, es importante destacar que estos eventos son extremadamente raros y pueden tardar millones de años en ocurrir.
Otro ejemplo de un sonido que podría ser escuchado en todo el planeta es una explosión nuclear. Las explosiones nucleares pueden producir un sonido de hasta 210 dB, lo que podría ser suficiente para ser escuchado en todo el planeta.
En la historia, el sonido más fuerte jamás registrado es la erupción del volcán Krakatoa, al sureste de Indonesia, en 1883.
Además de causar una gran cantidad de daños y pérdidas humanas, el sonido de la erupción de Krakatoa pudo oírse claramente incluso a una distancia de 5.000 km, y las ondas sonoras causadas por la explosión circundaron la Tierra cuatro veces en todas direcciones. A una distancia de 160 km se registraron intensidades de ruido de hasta 172 dB, por lo que se estima que la intensidad del sonido alcanzó los 310 dB, lo que lo hace mucho más fuerte que una explosión nuclear y, por supuesto, mucho más fuerte que cualquier sonido producido por la actividad humana.