Parece obvio que la palabra champú proviene del inglés «Shampoo»; pero cabe señalar que los británicos no fueron los primeros en asearse el cabello, sino que esta costumbre existe casi desde el principio de los tiempos.
Dicho esto, debe mencionarse como un factor curioso que los británicos no inventaron ese término, sino que lo copiaron del término hindi (lengua indoaria que se habla en la India) čampī, cuyo significado es masaje, en clara alusión al masaje que se efectúa en la cabeza cuando nos lavamos el pelo.
El término y el servicio fueron introducidos en el Reino Unido por Sake Dean Mahomed, inmigrante de la India, que abrió unos baños de «shampoo» conocidos como Mahomed’s Indian Vapour Baths (Baños Indios de Vapor de Mahomed) en Brighton en 1759.
Estos baños eran similares a los baños turcos, pero los clientes recibían un tratamiento de champú (masaje capilar terapéutico). Sus servicios eran muy apreciados, y Mahomed recibió el alto honor de ser nombrado «Cirujano de champú» para los reyes Jorge IV y Guillermo IV.