Son muchas las historias que tratan de explicarnos el origen de esta expresión para indicar la transformación de un dinero ganado de forma ilícita o ilegal en otro legal.
La explicación más curiosa, aunque no podemos determinar si cierta, es la que hace referencia al famoso mafioso Alphonse Gabriel Capone, más conocido como Al Capone, y la cadena de lavanderías que creó para ir «lavando» (nunca mejor dicho) el dinero que conseguía con sus negocios al margen de la ley, haciéndolo pasar por beneficios obtenidos en dichas lavanderías y, por tanto, introduciéndolo en el flujo legal.