La flor de Pascua es una planta tropical conocida por sus brillantes y vistosos capullos que se han convertido en un símbolo tradicional de la celebración de Pascua. Pero, ¿de dónde proviene esta planta y cómo se convirtió en una tradición de Pascua? Aquí te contamos su historia.
La flor de Pascua es originaria de Madagascar y se llama oficialmente Euphorbia pulcherrima. Los antiguos pobladores de la isla la cultivaban y la utilizaban en sus rituales religiosos y en decoración para sus hogares. La planta se difundió a otras regiones del mundo gracias a los comerciantes y exploradores que viajaban a través de las rutas marítimas de Asia y África.
Fue en el siglo XVI cuando la flor de Pascua llegó a Europa y se convirtió en una tradición de Pascua. Se dice que los misioneros españoles la utilizaron como un medio para enseñar sobre la fe cristiana a las personas de América Latina. Ellos explicaron la simbología de la flor de Pascua, que representa la resurrección de Jesucristo y la victoria de la vida sobre la muerte.
Desde entonces, la flor de Pascua se ha convertido en una tradición popular en todo el mundo, especialmente en los países de América Latina, donde se utiliza para decorar las iglesias y las casas durante la Semana Santa. En algunos lugares, se costumbre regalar flores de Pascua a amigos y familiares como símbolo de amor y gratitud.
En cuanto a la variedad de colores, se cree que la flor de Pascua original era de color rojo intenso. Sin embargo, hoy en día existen flores de Pascua de muchos colores diferentes, desde el rojo hasta el rosa, amarillo, naranja, blanco y hasta varios tonos de púrpura. Esto se debe a la hibridación selectiva y a la manipulación genética que ha permitido crear flores de Pascua con una amplia variedad de colores y patrones.