Sudán del Sur es un país ubicado en África, que se independizó oficialmente de Sudán el 9 de julio de 2011, convirtiéndose en el país más joven del mundo. Desde entonces, el país ha luchado con una serie de desafíos, como conflictos internos, pobreza y enfermedades, pero también ha visto algunos avances y mejoras en su economía y desarrollo.
Sudán del Sur tiene una superficie de aproximadamente 619,745 kilómetros cuadrados, lo que lo convierte en el país número 41 en tamaño en el mundo. El país limita al norte con Sudán, al este con Etiopía y Kenia, al sur con Uganda y la República Democrática del Congo, y al oeste con la República Centroafricana.
Sudán del Sur es el hogar de más de 64 grupos étnicos diferentes, cada uno con su propia lengua y cultura. La mayoría de la población es cristiana, mientras que el Islam es la segunda religión más practicada.
Antes de su independencia, Sudán del Sur había sido objeto de un prolongado conflicto armado con Sudán, que duró más de dos décadas. El conflicto se debió en gran parte a la marginalización política y económica de la región del sur de Sudán por parte del gobierno central, así como a cuestiones de religión y cultura. Después de años de negociaciones, un referéndum se llevó a cabo en enero de 2011, en el que el 98% de los votantes en Sudán del Sur votaron a favor de la independencia.
A pesar de su independencia, Sudán del Sur ha lidiado con numerosos desafíos, incluida una guerra civil que comenzó en 2013 y duró más de cinco años. El conflicto se debió en gran parte a las tensiones políticas entre el presidente Salva Kiir y el vicepresidente Riek Machar, quienes representaban a diferentes grupos étnicos. La guerra civil dejó más de 380,000 personas muertas y desplazó a más de cuatro millones de personas.
Además de la guerra civil, Sudán del Sur también ha luchado con la pobreza, la falta de infraestructura y servicios básicos, la corrupción y las enfermedades. Aproximadamente el 82% de la población vive por debajo de la línea de pobreza, y la tasa de mortalidad infantil es una de las más altas del mundo. El país también ha visto brotes de enfermedades como el cólera y la malaria.
A pesar de estos desafíos, Sudán del Sur también ha experimentado algunos avances en su economía y desarrollo. El país tiene una gran cantidad de recursos naturales, incluidos petróleo, gas y minerales, y la agricultura sigue siendo una parte importante de su economía. En 2019, el gobierno implementó un plan para mejorar la economía y promover el crecimiento, y ha trabajado en proyectos de infraestructura como la construcción de carreteras y la mejora del acceso a la electricidad.