Utilizamos la expresión “cortar el bacalao” para designar a alguien que manda o tiene jerarquía al frente de algún grupo o negocio, lugar, etc…
En el diccionario de María Moliner lo definen como: “Ser una persona la que sobresale o se impone en un sitio o una actividad”.
Esta expresión tiene varios orígenes según el tipo de fuente consultada, por lo que vamos a exponer algunas de ellas:
Algunas fuentes citan su origen en lo típico de su consumo en norte de Europa, y otras durante la escasez de alimentos en España (donde el bacalao reemplazó a otros pescados típicos debido a su bajo precio); pero en lo que ambas coinciden es en que el bacalao se servía a la mesa y el encargado de cortarlo era el padre o cabeza de familia, pues era el que “mandaba” en el hogar y suyo era ese honor.
Otras fuentes hacen referencia a los dueños de las tiendas de ultramarinos. En ellas, el bacalao era un producto de venta frecuente, y cada vez que alguien solicitaba un trozo el responsable de cortarlo era el dueño, ya que era la persona que supuestamente tenía mayor experiencia en el manejo de cuchillos y por tanto el más cualificado para ello.
Una última fuente se refiere a las colonias españolas, donde el balacao salado y seco era un alimento que, ademas de fácil de consumir, era fácil de transportar y conservar; es por ello que a menudo se utilizaba como alimento para los esclavos que trabajaban en las colonias españolas.
El final de la jornada, los esclavos se ponían en fila y recibían un trozo de bacalao… que previamente había sido cortado por el capataz o patrón.