¿Alguna vez te has preguntado por qué los aviones evitan volar sobre el Océano Pacífico? La respuesta puede ser sorprendente para algunos, pero el Océano Pacífico es en realidad un vasto y solitario lugar para los aviones.
En el cielo, los aviones dependen de las comunicaciones, la navegación y la asistencia de emergencia en caso de una crisis. Pero en el medio del Océano Pacífico, los aviones están lejos de cualquier tierra y fuera del alcance de la mayoría de las comunicaciones terrestres y de la asistencia de emergencia. Por esta razón, muchos vuelos prefieren evitar este tramo y elegir rutas que les permiten mantenerse en contacto con la tierra y tener acceso a la asistencia en caso de emergencia, aunque estas sean más largas.
Hay varias rutas alternativas que los vuelos pueden tomar para evitar volar sobre el Océano Pacífico cuando viajan, por ejemplo, desde Singapur a Nueva York. Una de las rutas más comunes es ir desde Singapur hasta el sudeste de Asia, luego cruzar Asia y Europa antes de llegar a Nueva York. Otra ruta popular es ir desde Singapur hasta la India o el Medio Oriente, luego cruzar Europa antes de llegar a Nueva York.
Estas rutas alternativas suelen ser más largas que si se atravesase el Pacífico en línea recta, sin embargo ofrecen la ventaja de estar en una región más poblada, lo que permite a los aviones mantenerse en contacto con las redes de comunicaciones.
Además, volar sobre el Océano Pacífico es un desafío logístico adicional para los aviones. Debido a la lejanía de la tierra, los aviones deben llevar suficiente combustible a bordo para cubrir la distancia, lo que aumenta el peso del avión y disminuye su eficiencia energética. Además, los vuelos sobre el Océano Pacífico son propensos a los vientos fuertes y las turbulencias, lo que puede ser una experiencia incómoda para los pasajeros.
Sin embargo, a pesar de estos desafíos, algunos vuelos aún deciden operar sobre el Océano Pacífico. Estos vuelos suelen estar equipados con tecnología avanzada, como sistemas de comunicación y navegación satelitales, para mantenerse en contacto con el control de tráfico aéreo y ofrecer una mayor seguridad a los pasajeros.