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¿Cómo se inventó el código QR?

Tecnología
Tiempo de lectura: 3 min
Cómo se inventó el código QR

¿Alguna vez has escaneado un código QR con tu smartphone y te has preguntado cómo surgió la idea de estos códigos cuadrados? Estos pequeños cuadrados que contienen información codificada han revolucionado la forma en que accedemos a la información y compramos productos, pero su historia es un poco menos conocida.

Todo comenzó en 1994 en Japón, cuando un ingeniero llamado Masahiro Hara diseñó el primer código QR (siglas de Quick Response). En aquel momento, Hara trabajaba en una empresa llamada Denso Wave, que se especializaba en la fabricación de componentes para automóviles. Pero Hara tenía una visión más amplia para su tecnología, y creyó que el código QR podría ser utilizado para acceder a la información de manera más rápida y fácil.

Se dice que Hara se basó en un juego de mesa llamado Igo, una versión del ajedrez muy popular en Asia. Mientras jugaba al Igo, Masahiro Hara se dio cuenta de que la disposición de las piezas blancas y negras en el tablero podía ser una forma fácil de transmitir información. Él y su equipo comenzaron a trabajar en un código en 2D.

Se enfrentaron a dos desafíos principales. Primero, los escáneres no podían identificar la ubicación de las piezas, por lo que agregaron información de ubicación y crearon un patrón de detección de posición.

El segundo desafío fue que la figura no se podía reconocer si no estaba perfectamente alineada y no había ninguna figura cercana que fuera similar. Por lo tanto, decidieron investigar las proporciones de áreas blancas y negras en imágenes de cualquier tipo y formato.

Descubrieron que la proporción más efectiva y menos invasiva era 1:1:3:1:1. Con esta proporción, los escáneres ya no tenían problemas para identificar el código QR, incluso si no estaban perfectamente alineados. Gracias a esto, se crearon códigos QR que podían almacenar hasta 7000 dígitos y eran 10 veces más rápidos que los códigos previos.

El primer uso del código QR fue en la industria automotriz, donde se utilizó para rastrear piezas y componentes. Pronto se dieron cuenta de que su potencial no se limitaba a la industria automotriz, y comenzaron a explorar su uso en otros campos.

En los años siguientes, el código QR ganó popularidad en Japón y se utilizó en una amplia variedad de aplicaciones, desde la publicidad hasta el transporte público. Pero fue el auge de los smartphones con cámaras integradas lo que realmente impulsó su adopción a nivel mundial.

La capacidad de escanear códigos QR con un smartphone significó que la información podía ser accedida de forma rápida y fácil, sin necesidad de escribir direcciones web o números de teléfono. Además, los códigos QR podían contener una gran cantidad de información, lo que los hacía ideales para la promoción de productos, eventos y servicios.

Hoy en día, los códigos QR se utilizan en una amplia variedad de aplicaciones, desde la promoción de productos hasta la gestión de eventos y la autenticación de identidades. Son una herramienta valiosa para las empresas y los consumidores por igual, y han cambiado la forma en que accedemos y compartimos información.

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