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¿Por que nos pican los ojos en la piscina?

Ciencia
Tiempo de lectura: 2 min

Cuando vamos a la piscina, es común experimentar cierta irritación en los ojos, lo que a veces puede hacer que sea difícil abrirlos bajo el agua. Muchos atribuyen este problema al cloro, que se usa para mantener el agua limpia y libre de bacterias. Sin embargo, aunque el cloro puede ser un factor en la irritación ocular, en realidad, el culpable es la cloramina, un compuesto químico que se forma cuando el cloro reacciona con la orina, el sudor y otros compuestos orgánicos en el agua de la piscina.

La cloramina es un gas irritante que se produce cuando se añade cloro a la piscina y se mezcla con la orina, el sudor y otros compuestos orgánicos. Estos compuestos orgánicos pueden provenir del cuerpo humano, pero también pueden provenir de otras fuentes, como el pelo, las lociones o incluso la saliva de los nadadores. Si bien el cloro es un agente de limpieza eficaz, su reacción con estos compuestos puede crear una irritación en los ojos y en las vías respiratorias.

La cloramina no solo es el resultado de la orina, también puede estar presente en la piscina debido a la falta de ventilación y al uso excesivo de productos químicos. Cuando se usan demasiados productos químicos, se crea un ambiente tóxico en la piscina que puede ser peligroso para los nadadores. La falta de ventilación también puede aumentar los niveles de cloramina en el aire que rodea la piscina.

La exposición a la cloramina puede tener efectos secundarios graves. La irritación ocular y respiratoria son los síntomas más comunes, pero también puede causar tos, sibilancias, congestión nasal y asma. Además, los nadadores que están expuestos a altos niveles de cloramina a lo largo del tiempo pueden desarrollar problemas pulmonares crónicos y otros problemas de salud.

Por lo tanto, es importante tomar medidas para reducir los niveles de cloramina en la piscina. Una forma de hacerlo es asegurarse de que todos los nadadores se duchen antes de entrar a la piscina y que no orinen en el agua. Además, es importante que la piscina tenga una buena ventilación para evitar la acumulación de gases tóxicos. Los operadores de las piscinas deben medir regularmente los niveles de cloramina y ajustar el cloro y otros productos químicos según sea necesario.

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