Los sordos no piensan de manera diferente a las personas que pueden oír. La sordera es una condición que afecta la capacidad de escuchar, pero no tiene ningún impacto en la capacidad de pensar o procesar información.
Los sordos pueden pensar y procesar información de la misma manera que las personas que pueden oír. Muchos sordos aprenden a leer y escribir y pueden comunicarse a través de la lengua de señas o el lenguaje de sordos. Esto les permite participar plenamente en la sociedad y tener relaciones y experiencias similares a las de las personas que pueden oír.
Es importante tener en cuenta que la sordera es una condición muy diversa y que cada persona sorda es única. Algunos sordos pueden haber nacido sordos, mientras que otros pueden haber adquirido la sordera más tarde en la vida. Algunos sordos pueden tener una sordera leve o moderada y pueden ser capaces de oír ciertos sonidos, mientras que otros pueden tener una sordera profunda y no pueden oír ningún sonido.