La nieve se forma cuando el agua se congela en el aire. Esto sucede cuando el aire está muy frío y hay suficiente vapor de agua presente. Cuando el vapor de agua se enfria, se condensa y se convierte en pequeñas gotas de agua. Si el aire está lo suficientemente frío, estas gotas de agua se congelan directamente en cristales de hielo en lugar de convertirse en lluvia. Estos cristales se van acumulando y forman un copo de nieve.
La nieve también puede formarse cuando la lluvia se congela antes de tocar el suelo. Esto sucede cuando la temperatura del aire cerca del suelo es muy fría. Al caer, la lluvia se congela y se convierte en nieve.
Quizá te preguntes, ¿entonces, en qué se diferencian la nieve y el granizo?
El granizo, se forma cuando hay nubes tormentosas con fuertes corrientes ascendentes y descendentes de aire. Las corrientes ascendentes pueden llevar el vapor de agua a alturas muy frías, donde el agua se congela en pequeñas partículas de hielo.
Las corrientes descendentes llevan estas partículas de hielo hacia abajo, donde se fusionan con otras partículas de hielo y crecen hasta formar pedazos más grandes de hielo llamados granizo.
En resumen, la nieve es una forma de precipitación congelada que consta de cristales de hielo, mientras que el granizo es un tipo de precipitación congelada formada por pedazos más grandes de hielo.