Utilizamos la expresión «hay moros en la costa» para indicar que existe algún peligro en una acción que deseamos realizar, y viceversa, si indicamos que no los hay estamos indicando que no existe tal peligro, que tenemos «vía libre».
El origen de esta expresión se encuentra en las zonas costeras del mar Mediterraneo español, lugar plagado de ataques de piratas berberíscos piratas y corsarios musulmanes que actuaban desde el Norte de África, donde tenían sus bases), algo que obligaba los habitantes de estos lugares a tomar precauciones constantemente para repelerlos.
Estos piratas acostumbraban a realizar ataques a las ciudades de la costa mediterránea con el objetivo de saquear sus pueblos y de tomar como prisioneros a sus moradores. Un tormento que se prolongó por casi tres siglos.
Así, los habitantes de dichas zonas debían estar atentos a la llegada de piratas y, en caso de que se viesen llegar sus barcos, la gente gritaba «Hay moros en la costa» y se hacía sonar una campana, luego se encendían unas hogueras para avisar del peligro inminente.