Utilizamos la expresión «tomar el pelo» a alguien cuando indicamos que nos estamos burlando de esa persona.
Los orígenes de la expresión son variados según las fuentes referenciadas, destacando dos posibilidades:
Por un lado, se menciona a la importancia de la barba según las épocas y culturas, y lo ofensivo que podía llegar a ser que alguien tocase o tirase de ella sin el consentimiento de su dueño; una acción que podía llevar inmediatamente a una pelea o duelo.
Por otro lado, existe una teoría basada en el corte de pelo que se les hacía a los reclusos y militares novatos como medida de higiene en las cárceles y cuarteles, y que se consideraba una burla hacia éstos.