Los Boy Scouts, también conocidos como Scout, es un movimiento juvenil que se originó en el Reino Unido en 1907. Su fundador, Robert Baden-Powell, era un soldado británico que había servido en varios lugares del mundo, incluyendo la India y Sudáfrica. Durante su tiempo en Sudáfrica, Baden-Powell se hizo famoso por liderar con éxito la defensa de la ciudad de Mafeking durante la Segunda Guerra de los Bóeres.
Después de regresar al Reino Unido, Baden-Powell se dio cuenta de que los jóvenes británicos carecían de habilidades básicas de supervivencia y liderazgo. También se preocupó por la creciente urbanización y el alejamiento de los jóvenes de la naturaleza y las actividades al aire libre. Como resultado, decidió escribir un libro para enseñar a los jóvenes habilidades de supervivencia y liderazgo en la naturaleza. El libro se llamaba «Escultismo para Muchachos» y fue publicado en 1908.
El libro fue un gran éxito y pronto Baden-Powell comenzó a recibir solicitudes de grupos de jóvenes que querían aprender de él en persona. Así que en 1907, organizó un campamento de diez días en la isla de Brownsea en el sur de Inglaterra. El campamento contó con 20 jóvenes de diferentes orígenes y edades, incluyendo algunos hijos de amigos cercanos de Baden-Powell. El objetivo del campamento era enseñar a los jóvenes habilidades de supervivencia y liderazgo en la naturaleza.
El campamento fue un gran éxito y Baden-Powell se dio cuenta de que había creado algo especial. A partir de ahí, comenzó a desarrollar el movimiento del escultismo para muchachos. Se crearon grupos locales en todo el Reino Unido y en otros países, y los jóvenes se unieron para aprender habilidades al aire libre, liderazgo y servicio comunitario.
En 1909, se celebró el primer gran campamento de escultismo para muchachos en Inglaterra, que atrajo a más de 10,000 participantes. Ese mismo año, se fundó la Asociación de Boy Scouts en el Reino Unido, que se convirtió en el órgano rector del movimiento del escultismo para muchachos. La organización se expandió rápidamente y se establecieron grupos de boy scouts en todo el mundo, incluyendo en los Estados Unidos.
El movimiento de los boy scouts creció rápidamente en popularidad y se convirtió en una fuerza importante en la educación juvenil. Los boy scouts aprendían habilidades prácticas, como acampar, cocinar al aire libre, orientación, primeros auxilios y supervivencia. También se les enseñaba a ser líderes responsables y a servir a sus comunidades. Los boy scouts se comprometían a seguir la ley scout, que incluía principios como la honestidad, la lealtad, la amistad y el servicio a los demás.
A medida que el movimiento de los boy scouts creció en popularidad, también se enfrentó a críticas y controversias. Algunos argumentaron que el movimiento era militarista y fomentaba la conformidad. Otros se preocupaban por la inclusión y la diversidad en el movimiento, ya que inicialmente solo se permitía a los jóvenes varones blancos unirse. Sin embargo, a lo largo de los años, la organización ha trabajado para abordar estas preocupaciones y expandir la inclusión en el movimiento de los boy scouts.
En 1916, se creó el rama de los girl guides, que era una organización similar para niñas y mujeres jóvenes. En 1969, la organización cambió su nombre a Girl Scouts y se convirtió en una organización independiente y separada del movimiento de los boy scouts.
En los años siguientes, el movimiento de los boy scouts se expandió en todo el mundo y se crearon organizaciones de boy scouts en muchos países. En algunos países, como los Estados Unidos, los boy scouts se convirtieron en una parte importante de la cultura juvenil y de la educación. En otros países, los boy scouts enfrentaron desafíos para mantenerse relevantes en una sociedad cada vez más urbana y tecnológica.
A lo largo de los años, el movimiento de los boy scouts ha evolucionado y se ha adaptado a los cambios en la sociedad y en la cultura juvenil. Se han introducido nuevas habilidades y actividades para reflejar los cambios en la tecnología y en la forma en que los jóvenes pasan su tiempo libre. También se han enfocado en temas como la educación ambiental y la igualdad de género.
En 2018, la organización de boy scouts en los Estados Unidos anunció que cambiaría su nombre a Scouts BSA y comenzaría a permitir que las niñas se unieran a los grupos de boy scouts. La decisión fue recibida con reacciones mixtas, pero reflejó el compromiso de la organización de adaptarse y evolucionar para satisfacer las necesidades de los jóvenes de hoy.