El hipo se trata de contracciones involuntarias del diafragma (músculo que separa el pecho del abdomen y que tiene un papel muy importante en la respiración).
Cuando este diafragma se irrita, este desciende de forma brusca, lo que hace que te entre aire de golpe en la garganta. Cuando el aire que entra en tu garganta repentinamente choca contra tu laringe, tus cuerdas vocales se cierran súbitamente, y te sale un buen hipo.
Casi todos los episodios de hipo duran sólo unos minutos, aunque algunos pueden durar días o incluso semanas, pero se trata de algo muy poco habitual y que suele ser un signo de otro problema médico.
Pues bien, el hipo más largo de la historia duró la friolera de 68 años.
El «afortunado» protagonista de este hito es un granjero estadounidense llamado Carles Osborne, y el promedio de «hipadas» fue de 30-40 por minuto y, aunque pueda parecer lo contrario, no supuso ningún problema para que llevase una vida normal.
El hipo de Osborne comenzó en 1922, mientras colgaba un cerdo para ser sacrificado y se detuvo de manera repentina en 1990, un año antes de su muerte, a los 96 años. Osborne falleció debido a complicaciones derivadas de úlceras (que nada tuvieron que ver con su hipo) en el hospital Maria Health Center, en la ciudad de Sioux City, Iowa, el 1 de mayo de 1991.