Las patas de las moscas están cubiertas de pelos sensibles que les permiten detectar el olor y el sabor de los alimentos. Sin embargo, estos pelos también pueden recoger suciedad y otros desechos mientras la mosca se alimenta o se desplaza.
Para mantener sus patas limpias y sensibles, las moscas se frotan las patas con sus mandíbulas y con sus antenas. Esto les permite eliminar la suciedad y otros desechos y asegurar que sus patas estén en buenas condiciones para detectar el olor y el sabor de los alimentos.
Además, las moscas también se frotan las patas para deshacerse de cualquier sustancia tóxica o venenosa que puedan haber recogido. Al frotarse las patas, las moscas pueden transferir estas sustancias a sus mandíbulas y luego tragarlas o expulsarlas por la boca. Esto les permite protegerse a sí mismas y a sus crías de cualquier peligro potencial.
En resumen, las moscas se frotan las patas para mantenerlas limpias y sensibles y para deshacerse de cualquier sustancia tóxica o venenosa que puedan haber recogido.