El término «caco» se utiliza como sinónimo de ladrón en varios países de habla hispana, especialmente en Argentina y Uruguay. La palabra tiene sus raíces en el argot del siglo XIX, y su origen se remonta a la época en que los delincuentes y bandidos utilizaban un lenguaje secreto para comunicarse entre sí.
El origen exacto de la palabra «caco» es desconocido, pero algunos historiadores creen que proviene del término «cacique», que se utilizaba en América Latina para referirse a líderes indígenas. En el argot del siglo XIX, los bandidos y delincuentes se autodenominaban «cacos», dándose a sí mismos una imagen de líderes y jefes.
Con el tiempo, el término «caco» se asoció con la delincuencia y el robo, y se convirtió en una palabra comúnmente utilizada para describir a los ladrones. Aunque su uso ha disminuido en las últimas décadas, sigue siendo un término comúnmente utilizado en algunas regiones de América Latina.
Aunque su uso ha disminuido en las últimas décadas, sigue siendo un término comúnmente utilizado.