Pangea es el nombre dado a un supercontinente que existió hace aproximadamente 335 millones de años durante la era Paleozoica. Se cree que Pangea se formó a través de un proceso conocido como tectónica de placas, donde los continentes se mueven lentamente sobre la superficie de la Tierra y eventualmente se juntan para formar un solo gran continente. El proceso de separación de Pangea comenzó hace aproximadamente 200 millones de años, y desde entonces la Tierra ha experimentado una serie de cambios geológicos significativos.
La evidencia geológica de la existencia de Pangea se encuentra en la distribución de los continentes actuales. Si se mira un mapa del mundo, se puede notar que muchos de los continentes parecen encajar como piezas de un rompecabezas. Por ejemplo, las costas de África y Sudamérica parecen encajar perfectamente, lo que sugiere que alguna vez estuvieron conectadas. Además, las montañas de los Apalaches en América del Norte y las montañas de los Caledonios en Europa tienen una geología muy similar, lo que indica que alguna vez estuvieron unidas.
La idea de un supercontinente fue propuesta por primera vez por el geólogo alemán Alfred Wegener en la década de 1910. Wegener sugirió que los continentes alguna vez estuvieron unidos en un solo supercontinente, que luego se separó y se movió a lo largo del tiempo geológico. Esta teoría fue ampliamente ridiculizada en su época, pero eventualmente se aceptó como verdadera gracias a la evidencia geológica y paleontológica.
La formación de Pangea se debió principalmente a la convergencia de varias placas tectónicas. En ese momento, la Tierra tenía una sola placa tectónica, llamada Pannotia, que se dividió en varias placas más pequeñas. Estas placas se movieron lentamente a lo largo del tiempo geológico, eventualmente chocando y fusionándose para formar el supercontinente de Pangea.
El proceso de formación de Pangea tuvo una serie de efectos importantes en la Tierra. En primer lugar, la creación de una gran masa terrestre en el centro del océano global disminuyó significativamente la circulación de agua y aire, lo que probablemente resultó en un clima más seco y extremo en algunas áreas. Además, la formación de montañas gigantes en las áreas de colisión de las placas tectónicas provocó cambios significativos en los patrones de clima y la biodiversidad de la Tierra.
La separación de Pangea comenzó hace aproximadamente 200 millones de años y todavía continúa hoy en día. El proceso de separación se debe a la expansión del fondo marino, que está impulsada por la actividad de las dorsales oceánicas. Estas dorsales son una cadena de montañas submarinas que se encuentran en los bordes de las placas tectónicas en movimiento y que empujan hacia afuera los fondos marinos, causando una separación gradual de los continentes.