Cuando un bebé nace, su cuerpo comienza a respirar por sí mismo porque ya no está recibiendo oxígeno y nutrientes a través del cordón umbilical. La respiración es una función vital que permite a los seres humanos obtener oxígeno y eliminar dióxido de carbono del cuerpo.
Cuando un bebé respira por primera vez, su sistema nervioso y sus músculos respiratorios trabajan juntos para inhalar y exhalar aire. La inhalación se produce cuando los músculos del tórax y del abdomen se contraen, lo que permite que el aire entre en los pulmones. La exhalación se produce cuando los músculos se relajan y el aire sale de los pulmones.
Es importante destacar que la respiración no es un acto consciente, sino que es una función automática controlada por el sistema nervioso. Sin embargo, los bebés a veces pueden tener problemas para respirar debido a obstrucciones en las vías respiratorias o a problemas con el sistema nervioso. En estos casos, es posible que necesiten ayuda para respirar de forma adecuada.