El dragón de Komodo, también conocido como varano de Komodo, es la especie de lagarto más grande del mundo y es nativo de las islas de Komodo, Rinca, Flores y Gili Motang en Indonesia. A menudo se le considera como uno de los animales más peligrosos del mundo, pero ¿qué tan venenoso es realmente?
Aunque popularmente se cree que el dragón de Komodo es venenoso, la realidad es que su saliva contiene una gran cantidad de bacterias mortales que son muy peligrosas para las presas que persigue, pero no para los humanos. Estas bacterias son particularmente efectivas en la digestión, ya que ayudan a descomponer la carne de sus presas y a matar a cualquier animal que haya escapado después de ser mordido.
A pesar de que la saliva del dragón de Komodo no es venenosa, todavía es un animal peligroso debido a su tamaño y fuerza. Los dragones de Komodo pueden crecer hasta una longitud de 3 metros y pesar más de 130 kilos, lo que los hace capaces de derribar a sus presas fácilmente. Además, su mandíbula contiene dientes afilados y curvos que pueden desgarrar la piel de sus presas.
Si bien la saliva del dragón de Komodo no es venenosa para los humanos, todavía es importante tener precaución al estar cerca de ellos. Aunque raramente atacan a los humanos, pueden ser muy agresivos si se sienten amenazados o acorralados. También es importante evitar alimentarlos, ya que esto puede llevar a que asocian a los humanos con la comida y aumentar el riesgo de ataques.
A pesar de su peligrosidad, los dragones de Komodo son animales fascinantes y únicos. Son depredadores tope en su ecosistema y se alimentan de una variedad de presas, incluyendo ciervos, búfalos de agua, y otros animales grandes. A medida que las poblaciones humanas se expanden y los ecosistemas naturales se ven amenazados, el dragón de Komodo y otras especies en peligro de extinción enfrentan un futuro incierto.