Habitualmente utilizamos la expresión «estar criando malvas» cuando nos referimos a una persona muerta y enterrada o para indicar que hace tiempo que falleció.
Su origen se debe a que la malva (planta de la familia de las malváceas con hojas moradas) se adapta fácilmente a todo tipo de suelo y no requiere cuidados especiales ni climas específicos. Su crecimiento es tan rápido que puede volverse invasivo. La malva aparece por todas partes: solares, caminos, jardines y parques abandonados… Pero también es muy común verla crecer en los cementerios y alrededores. Y es este lugar el que le da el significado y origen a esta frase.
Pero es frecuente la utilización de una forma errónea que se hace de la expresión «estar criando malvas», ya que se usa para señalar que los restos de alguien están sirviendo como fertilizante para esta planta, pero debemos tener en cuenta que para que realmente creza esta planta no necesita de ningún terreno abonado ya que crece con facilidad y de forma silvestre en lugares insospechados y no fertilizados.
En definitiva, debemos tener presente que aunque utilicemos la expresión «criando malvas» no hablamos de que los restos mortales de esa persona estén sirviendo como abono para el crecimiento de dichas plantas.