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¿A dónde van las monedas que tiramos a los pozos de los deseos?

Costumbres y Creencias
Tiempo de lectura: 4 min
Fuente de los deseos

Los pozos de los deseos son una tradición que ha sido parte de muchas culturas y religiones durante siglos. En estos pozos, las personas arrojan monedas mientras hacen un deseo con la esperanza de que se haga realidad.

En la antigua Roma, se creía que las fuentes y manantiales eran sagrados y estaban habitados por dioses y espíritus de la naturaleza. La gente arrojaba monedas y otros objetos de valor a los cuerpos de agua como una ofrenda para apaciguar a los dioses y solicitar su ayuda en la realización de sus deseos.

La tradición se mantuvo durante la Edad Media, cuando los pozos y fuentes se convirtieron en lugares de encuentro comunes en los pueblos y ciudades. La gente se reunía en torno a estas fuentes para obtener agua potable y socializar, y también para hacer sus deseos y lanzar monedas al agua.

En la Europa medieval, también se creía que las fuentes y manantiales tenían propiedades curativas. Las personas a menudo bebían y se bañaban en las aguas de las fuentes, y arrojaban monedas como ofrendas para solicitar la curación de enfermedades o lesiones.

La costumbre de arrojar monedas a los pozos de los deseos se extendió por todo el mundo, y se encuentra en muchas culturas y religiones. En China, por ejemplo, la tradición de lanzar monedas a los pozos de los deseos está estrechamente relacionada con el Feng Shui, la práctica de armonizar la energía del entorno para mejorar la salud y la prosperidad.

Pero, ¿qué pasa con todas esas monedas? ¿A dónde van? ¿Hay alguien que las recoja?

En primer lugar, es importante tener en cuenta que los pozos de los deseos son un fenómeno global. Estos pozos se pueden encontrar en todo el mundo, desde los templos sagrados en Japón hasta las fuentes públicas en Europa y América del Norte. Y aunque la tradición puede variar de una cultura a otra, la idea básica es la misma: la gente arroja monedas al agua y pide un deseo.

En cuanto a dónde van esas monedas, la respuesta es un poco complicada. En algunos casos, las monedas simplemente se quedan en el fondo del pozo. En otros casos, las monedas son recogidas por los propietarios del pozo o por trabajadores contratados para limpiar el área circundante. En algunos casos, las monedas son donadas a organizaciones benéficas locales.

Pero quizás la respuesta más interesante es que en algunos lugares, las monedas de los pozos de los deseos se han convertido en una importante fuente de financiamiento. En Roma, por ejemplo, la Fontana di Trevi recibe alrededor de 3.000 euros en monedas cada día. Estas monedas son recolectadas diariamente por un equipo de trabajadores que limpian y mantienen la fuente, y luego son donadas a organizaciones benéficas locales.

De hecho, la recolección de monedas de los pozos de los deseos se ha convertido en un negocio importante en algunos lugares. En Venecia, por ejemplo, se estima que las monedas recolectadas de los pozos de los deseos generan alrededor de 500.000 euros al año. Estas monedas son recolectadas por trabajadores de la ciudad y se utilizan para financiar proyectos de infraestructura y conservación.

Se calcula que anualmente la recaudación de todas las monedas que se lanzan en todas las fuentes, pozos o cualquier otro lugar turístico (aunque no haya tradición en aquel lugar) repartidas por todo el planeta puede superar los diez millones de euros.

A pesar de que la recolección de monedas de los pozos de los deseos puede ser una fuente importante de financiamiento para algunas ciudades, también puede ser un problema en otros lugares. En algunos casos, la recolección de monedas de los pozos de los deseos ha llevado a daños en el medio ambiente y en los ecosistemas acuáticos. Las monedas pueden contaminar el agua y dañar la vida acuática, por lo que es importante que se tomen medidas para minimizar el impacto de la recolección de monedas.

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