El órgano más pesado del cuerpo es probablemente uno en el que no reparamos como tal, y que además de ser el que más pesa, también es el más extenso. Hablamos de la piel.
El peso de la piel de un humano supone el 16% del total corporal. Para una persona con un peso de 70 kilos, esto supone que su piel pesaría algo más de 11 kilos. Obviamente a mayor volumen corporal, más piel.
Si esa persona tipo de 70 kilos pudiera quitarse la piel y extenderla como una alfombra sobre el suelo, podríamos cubrir con ella aproximádamente unos dos metros cuadrados.
Entre los órganos internos más pesados encontramos los intestinos (4,40 kilos), los pulmones (2,7 kilos entre ambos), el hígado (1,45 kilos) y el cerebro (1,36 kilos).