Al contrario de lo que pueda creer, la costumbre de pintarnos las uñas no es una moda surgida en el siglo XX, sino que viene desde mucho tiempo atras, remontándose al año 3.000 a.C. donde ya se realizaba esta práctica en lugares como China y Egipto.
En aquella época, lógicamente no se utilizaban productos químicos, sino que para ello eran empleados huevos, cera de abejas y otro tipo de colorantes naturales.
Tampoco los colores se podían elegir libremente, ya que estos dependían de la clase social a la que se perteneciese, pudiendo así emplear unos colores u otros.
Si avanzamos en el tiempo, cabe señalar que el boom de los esmaltes de uñas (especialmente los de diferentes colores y tonos) se produjo a principios del siglo XX, cuando las actrices y personalidades destacadas de la época comenzaron a utilizarlas de forma habitual, sirviendo como ejemplo para el resto de la sociedad, que no tardaría en imitar a sus ídolos.