Las Olimpiadas son conocidas principalmente por sus competiciones deportivas, pero en la historia de los Juegos Olímpicos también se han incluido competiciones de arte. Estas pruebas buscaban promover la creatividad y el talento artístico, y fueron una forma de celebrar la cultura y la diversidad en las Olimpiadas.
La primera competencia de arte en las Olimpiadas se llevó a cabo en las Olimpiadas de París en 1900. En esta edición se incluyeron cinco categorías: pintura, escultura, arquitectura, música y literatura. Los participantes eran artistas de todo el mundo y presentaban sus trabajos en una exposición durante los Juegos.
En 1894, el historiador y pedagogo francés Pierre de Coubertin fundó el Comité Olímpico Internacional (COI) y llevó a cabo los primeros Juegos Olímpicos modernos. Con esto, su sueño de educar a los hombres tanto en mente como en cuerpo y promover la competencia en deportes en lugar de en guerra se hizo realidad.
Además, Coubertin también quería unir el arte y el deporte, por lo que decidió incluir competiciones artísticas en los Juegos Olímpicos. Sin embargo, estas competiciones fueron abandonadas en 1954 debido a la exigencia de que los artistas participantes fueran profesionales, mientras que los deportistas podían ser aficionados.
Desde entonces, el Programa Cultural Olímpico ha tomado su lugar. Se trata de una iniciativa del Comité Olímpico Internacional (COI) que tiene como objetivo promover la cultura y las artes en relación con los Juegos Olímpicos.
El programa se lleva a cabo en paralelo con los Juegos Deportivos y ofrece una variedad de eventos culturales, tales como conciertos, exposiciones de arte, representaciones teatrales y danzas, entre otros. El objetivo es mostrar la diversidad cultural de los países participantes y promover la comprensión y el intercambio cultural entre ellos.
El Programa Cultural Olímpico se inició en 1956, después de que las competiciones artísticas fueran abandonadas de los Juegos Olímpicos.