Al parecer, la asociación de las palabras gallina y cobarde se debe a la extrema desconfianza que muestran estos animales hacia las cosas o elementos que les parecen extraños.
Según un estudio publicado por la revista Nature, este comportamiento puede deberse a las expectativas vitales de las especies.
Estas expectativas pueden variar desde el nivel de comodidad del lugar donde viven habitualmente, hasta la cantidad de crías que van a tener, provocando todo esto que se muestren más o menos desconfiadas en función de lo que “tengan que perder”.
En este caso, mayores expectativas significan menos riesgo y más precaución.