Cuando usamos la expresión “pasarse de la raya», estamos expresando nuestro enfado u objeción a alguien que ha dicho algo o cometido una acción que no nos parece bien y que por lo tanto, nos resulta intolerable.
El origen de esta expresión lo encontramos en una de las diferentes modalidades de boxeo practicadas durante los inicios de este deporte; concretamente en la que consistía en trazar una línea en el suelo a cuyos lados se situaban los dos contrincantes, que debían adelantar un pie hasta el límite de dicha línea pero sin cruzarla.
Esto daba lugar a un combate completamente estático, debido a la imposibilidad de mover el pie, pues el oponente que lo moviese llegando a cruzar la raya perdería la contienda, deribando tal norma hasta la expresión actual.