La historia de Santa Claus, también conocido como Papá Noel, es una mezcla de leyendas, mitos y tradiciones que se han desarrollado a lo largo de los siglos. La figura de Santa Claus es ampliamente conocida en todo el mundo como un símbolo de la Navidad y la generosidad. Sin embargo, su historia original es mucho más compleja y variada.
La figura de Santa Claus tiene sus raíces en un obispo llamado Nicolás de Myra, que vivió en el siglo IV en Asia Menor, que es hoy día parte de Turquía. Se dice que Nicolás era un hombre muy generoso y caritativo, que ayudaba a los necesitados y a los niños, y que se convirtió en un símbolo de bondad y generosidad. Con el tiempo, las historias y leyendas acerca de sus acciones se convirtieron en una tradición oral y se extendieron por Europa.
Se cuenta que solía dejar monedas en las zapatillas de los niños pobres para ayudarlos a comprar ropa y comida. Esta historia probablemente dio origen a la tradición moderna de dejar regalos en los calcetines de los niños en la Navidad.
En el siglo XIII, la Iglesia Católica decide incluir a San Nicolás en el calendario litúrgico, y su fiesta se celebra el 6 de diciembre. La tradición en algunos países europeos es que los niños dejaran sus zapatos vacios en la noche del 5 al 6 de diciembre para que San Nicolás los llenara de dulces y regalos.
Con la colonización de América del Norte por los europeos, la tradición de San Nicolás se extendió también a este continente. Con el tiempo, la figura de San Nicolás se fusionó con algunas tradiciones paganas y mitos de los pueblos indígenas, dando lugar a la figura de Santa Claus que conocemos hoy en día.
En 1820 un escritor estadounidense, Clement Clarke Moore escribió un poema titulado «A Visit from St. Nicholas» (también conocido como «The Night Before Christmas»), que contribuyó a popularizar la idea de Santa Claus como un personaje de barba blanca, vestido de rojo y que entra a las casas por la chimenea para dejar los regalos en la noche de Navidad.