Con el auge de la industria del automóvil y vehículos a motor a finales del siglo XIX, cada vez se hacía mas necesario imponer una serie de normas de obligado cumplimiento en aras de la seguridad vial en las ciudades.
Así, el 14 de agosto de 1893, en París (Francia), se estableció la obligación de obtener una licencia expedida por la policía para poder conducir cualquier tipo de vehículo automotor, convirtiéndose en la primera ciudad del mundo en establecer tales regulaciones.